El 30 de abril, la plataforma estrena la esperada serie. La línea de tiempo acerca la historia al presente. El mensaje se repite 68 años más tarde: no se trata de un héroe solitario, sino de una respuesta colectiva.
Serán 6 capítulos basados en la historieta que se publicó en la revista Hora Cero Semanal desde 1957 hasta 1959, escrita por Héctor Germán Oesterheld, con dibujos de Francisco Solano López y Julio Schiaffino.
El guión desplegado en los estudios Ronda, de Martínez, entremezcla, sin embargo, un nuevo enfoque reorientado a la política nacional que le daría el autor a la segunda parte, en El Eternauta II, que se publicó en 1976, antes que Oesterheld y su familia desaparecieran en plena dictadura militar, durante 1978.
La filmación fue concebida con meticulosa atención al detalle.
Lleva el diseño y la dirección a niveles pocas veces vistos en la televisión argentina.
Los directores de arte María Battaglia y Julián Romera se sumergieron en documentales y obras de arte de montaña para captar el tono espeluznante de la nevada, una ventisca tóxica que transforma Buenos Aires en un campo de batalla alienígena.
La luz, el silencio y la nieve son tan centrales como los actores.
Ambientada en una Buenos Aires distópica, la historia captura temas de resistencia colectiva y supervivencia.
El director Bruno Stagnaro indicoó que la línea de tiempo fue reelaborada para acercar la historia al presente.
Lo que no cambia es la esencia: la gente común empujada a un escenario catastrófico.
“No es la historia de un héroe solitario, sino de una respuesta colectiva”, explicó.
Un veterano Darín encarna a aquel joven y atlético idealista de los ’60, Juan Salvo, quien se coloca el casco de Eternauta para pelear por Buenos Aires, desgranada su violenta espiral de poesía y aniquilamiento sobre reconocibles escenarios urbanos.
Se enfrenta a la angustia y desolación que trae consigo una estratégica avanzada militar, en la que se esconde el verdadero enemigo, que ahogaba las esperanzas de supervivencia humana.
Constituía en aquella época una metáfora alucinante del país arrasado, entregado a los intereses externos y dominado por el invasor, pero más de dos generaciones después grita un mensaje a los cuatro vientos: cuando ya no importa si se gana o se pierde, lo único que prevalece es la dignidad con la cual se presente batalla.
“Queríamos mostrar a un personaje que no es un héroe de acción clásico, sino alguien que se reconecta con los viejos instintos”, dice Stagnaro.
La producción comenzó en mayo de 2023 e involucró más de 35 locaciones del mundo real y 25 virtuales.
Esta serie, según sus creadores, también trata sobre la esperanza y la posibilidad de resistencia colectiva.