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Preocupación en Ingeniero Maschwitz: Adolescentes planeaban un ataque en escuela local

La comunidad educativa de Ingeniero Maschwitz se encuentra conmocionada tras descubrirse un grupo de WhatsApp donde cuatro adolescentes, de entre 13 y 15 años, aparentemente planeaban realizar un ataque armado contra la Escuela de Educación Media N°4 de Escobar. «Básicamente lo que vamos a hacer es un tiroteo. Ya tengo las armas porque mi padrastro…

La comunidad educativa de Ingeniero Maschwitz se encuentra conmocionada tras descubrirse un grupo de WhatsApp donde cuatro adolescentes, de entre 13 y 15 años, aparentemente planeaban realizar un ataque armado contra la Escuela de Educación Media N°4 de Escobar.

«Básicamente lo que vamos a hacer es un tiroteo. Ya tengo las armas porque mi padrastro las tiene», decía uno de los mensajes que alertó a varios padres, quienes inmediatamente pusieron la situación en conocimiento de las autoridades. Según las primeras investigaciones, el grupo habría sido creado por una adolescente de 15 años que, según fuentes oficiales, tendría antecedentes psiquiátricos.

Fernando Martín Reinas, fiscal a cargo de la investigación de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N°2 del Fuero Penal Juvenil de Zárate-Campana, explicó a medios locales: «Estamos investigando desde el miércoles. Realizamos diversos allanamientos buscando armas y teléfonos celulares. No encontramos armas, pero sí incautamos los dispositivos móviles.»

El caso ha generado una profunda reflexión sobre la salud mental de los adolescentes y los sistemas de contención en los entornos escolares. A pesar de la gravedad de las conversaciones, donde se detallaban planes específicos como «La Uzi calibre .22 es corta y entra en la mochila» o «Después de que matemos a los demás, hacemos un recorrido por la escuela para ver si quedó alguien con vida», las autoridades se encuentran limitadas en su accionar legal.

Debido a que los involucrados son menores de 16 años, son considerados inimputables bajo la legislación argentina. Sin embargo, se ha dispuesto una prohibición de acercamiento al establecimiento educativo, mientras se garantiza que continúen con su escolarización en otro centro.

La investigación, caratulada como «intimidación pública», no descarta la participación de una quinta persona aún no identificada. Mientras tanto, la comunidad educativa trabaja junto a profesionales de la salud mental para abordar la situación y crear espacios de diálogo con alumnos y familias.

Detrás de este preocupante caso surgen interrogantes sobre los motivos que llevarían a estos jóvenes a planificar semejante acto. Cuando uno de los adolescentes le preguntó a la presunta organizadora por qué quería hacerlo, ella simplemente respondió: «Porque sí», revelando posiblemente un trasfondo de malestar emocional que requiere atención urgente.

Este incidente resalta la importancia de fortalecer los programas de detección temprana de conductas de riesgo y mejorar los canales de comunicación entre instituciones educativas, familias y servicios de salud mental, especialmente en una etapa tan vulnerable como la adolescencia.